Victoria Schwab
350 páginas | Fantasia
Tenía bastante claro que Victoria Schwab iba a ser una autora original, todas las sinopsis que he leído de sus libros me han parecido diferentes a la media, y por supuesto las buenas reseñas que cosecha me hicieron lanzarme a leer su saga El Archivo, que parte de una premisa tremenda, junta a los muertos con bibliotecas.
Los muertos se guardan como libros ordenados en el Archivo, los guardianes se dedican a encontrar a esos muertos perdidos que ellos llaman historias, se pierden en pasillos de otras dimensiones a las que solo los guardianes mediante sus llaves pueden acceder y devolver esas historia al Archivo para que los Bibliotecarios las ordenen y guarden.
Mac, nuestra adolescente protagonista y guardiana, se muda a un nuevo edificio por deseo de sus padres que buscan empezar una nueva vida y huir de sus propias perdidas. Este nuevo edificio esta lleno de secretos, y de historias que Mac debe devolver, además de superar su propio dolor.
Las cosas se complican mucho para Mac y para el Archivo, que ha sido siempre hermético y estricto. Lleno de normas y ordenes que deben ser cumplidas.
Es una historia lenta, empieza despacio, diseccionando los detalles del mundo del Archivo, resultando muy interesante. Pero en ocasiones peca de no aportar mucho en algunas escenas, siendo un poco repetitivo sin que terminen de ocurrir demasiadas cosas. Hacia la mitad del libro la cosa se pone bastante más entretenida. Aún con todo me ha merecido la pena leerlo, ya que es una historia muy curiosa con grandes misterios, rozando el thriller y ciertos tintes ligeramente terroríficos, y es que Mac se pasa el día rodeada de cadáveres.
Mac tiene su propia historia, junto con sus padres, su dolor con el que debe convivir, escenas que se intercalan con la trama principal, lo cierto es que la trama tiene un toque triste y melancólico, ya que se habla mucho sobre la perdida, la muerte y el duelo.
Una pega que he encontrado es que la protagonista es algo distante del lector, no tengo claro el motivo pero no logré sentirme demasiado cercana, quizá la forma de narrar de la autora en esta ocasión me provocó cierta distancia, en algunas partes la sensación era algo aséptica.
El final de la historia termina con un broche que deja con muchas ganas de leer la segunda parte, a la que pronto hincaré el diente ya que tengo ganas de saber como acaba esta bilogía.