Me gustan mucho las películas del estudio Ghibli, llevo viéndolas desde peque, la primera fue Mi vecino Totoro, historia que guardo en mi corazoncito porque me parece una de las pelis más mágicas que he visto, con esos personajes tan curiosos y su ambientación. Después vinieron más películas que he visto siempre con ilusión, El castillo ambulante y El viaje de Chihiro, ambas son también mis debilidades.
Abro la reseña hablando de Ghibli porque La posada Shima tiene un toque impresionante al estilo Ghibli, lo cual no me parece en absoluto negativo, parece que cuando comparamos las cosas o tienen ciertas inspiraciones va a ser malo, pero aunque haya mucho de Ghibli en esta historia, no es una copia en ningún caso y brilla con luz propia. Yo disfruté mucho leyendo algo de este estilo precisamente porque Sonia crea un mundo maravilloso, oscuro, muy oscuro la verdad, pero con mucha magia.
La ambientación en un Japón fantasioso, a mi me ha hecho los ojos chirivitas, disfrutar de las descripciones de su típica arquitectura como las terrazas corridas, las puertas deslizantes con esas paredes tan frágiles, los tatamis, las vestimentas y peinados,... y así podría hablar largo y tendido, se nota la documentación y el cuidado que Sonia le ha puesto a estos preciosos detalles que dotan a la historia de mucho empaque.
Por supuesto, tenemos un secuestro, una bruja malvada y bellísima, y una joven protagonista - Ania - luchadora hasta la extenuación. En general, es una trama oscura, que en varios momentos me llenó de angustia por todo lo que tiene que pasar Ania, es una lectura intensa lo que para mi siempre es positivo.
En todo momento hay mucho misterio envolviendo cada pedazo de la posada Shima y las personas que habitan en ella. Ania va descubriendo capa a capa, lo que ocurre, y conociendo mejor a cada personaje. Estamos ante una historia muy interesante que en alguna ocasión me ha resultado algo repetitiva pero que igualmente he disfrutado mucho, además de ser un soplo de aire fresco.