Título: Zaragoza (Episodios Nacionales #6)
Autor: Benito Pérez Galdós
Páginas: 228
Género: Clásico
Hace poquíto que nos tocó leer Zaragoza a los compis de la lectura conjunta de los Episodios Nacionales.
Autor: Benito Pérez Galdós
Páginas: 228
Género: Clásico
El gran friso narrativo de los Episodios Nacionales sirvió de vehículo a Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles -guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares- a lo largo del agitado siglo xix. Prisionero de los franceses en «Napoleón en Chamartín» (BA 0305), Gabriel de Araceli se fuga y se dirige a ZARAGOZA para incorporarse al ejército que se está organizando con fuerzas dispersas. El destino lo lleva a ser uno de los valerosos defensores de la ciudad en el segundo y más fuerte de los "sitios". Junto con otros personajes de total creación literaria, Araceli convive con el general Palafox y las demás figuras históricas que realmente intervinieron en la gran gesta popular.
Hace poquíto que nos tocó leer Zaragoza a los compis de la lectura conjunta de los Episodios Nacionales.
No exagero si os digo que de todos los episodios leídos, éste se lleva la palma, es sin duda mi favorito. Tan solo narra la vida de Gabriel, el protagonista, durante el asedio de Zaragoza por parte de Francia. Una trama tan aparentemente sencilla, se convierte en una historia emocionante por los sucesos que le toca vivir a nuestro joven personaje, pero también por la cantidad de emociones que despierta en nuestros corazoncitos.
En ningún momento la trama se me ha hecho pesada, más bien lo contrario, dan ganas de leer sin parar y saber que broma le tendrá preparada el destino a Gabriel.
Como en todos los episodios, Galdós deja un buen hueco para el humor, aún ante sucesos tan tristes y sangrientos como este asedio, por lo que me ha divertido muchísimo. Por otro lado, leer estos episodios es una forma muy amena de acercarse a la historia de nuestro país, en concreto Zaragoza nos enseña lo duro y terrible que debió ser el asedio, entre bombardeos, epidemias, falta de comida y cadáveres tirados por las calles. No imagino lo que debe ser ver como tu vida es destrozada poco a poco por cada cañonazo, ver a tus compañeros y vecinos morir, para después ver como toman tu ciudad.
Los corazones estaban osificados y las almas parecían haber perdido sus más hermosas facultades, no conservando más que el rudo heroísmo.
Hay varios personajes inolvidables, por su bondad, lealtad y fortaleza, como los Montoria, el propio Gabriel y muchos anónimos que dan su vida por el resto. No puedo dejar de recordar a Candiola, y su crueldad, que casi parece broma y que Galdós viste con algo de humor, de lo exagerado que es, pero lo que Galdós rodea de humor suele también estar lleno de reflexiones sencillas, preciosas y que pocas veces nos paramos a pensar.