Autora: Edith Wharton (Ficha)
Editorial: Tusquets
Páginas: 350
Género: Clásico
Al amable mundo de convenciones sociales estrictas en el que se mueve, aparentemente sin roces ni contrariedades, la alta sociedad de Nueva York de finales del siglo pasado, regresa de Europa la inquietante condesa Olenska. Independiente, osada, «diferente», Ellen involucrará muy pronto en su misterio a su joven primo Newland Archer y perturbará sin poder evitarlo el encanto de una vida social que ignora de manera voluntaria su inminente fin.
En el fondo de esta extraordinaria historia de una gran pasión subyace el conflicto entre dos mundos : el de las viejas familias « patricias» norteamericanas y el de los nuevos ricos, quienes, al terminar la novela, se han apoderado ya de las costumbres y de los espíritus.
He leído este libro gracias a la lectura conjunta del Club Pickwick al que me apunté hace poquíto, me parecía una lectura interesante para conocer a la autora y volver a acercarme a esos clásicos que muchas veces tengo olvidados, por lo que el empujón de las lecturas conjuntas me viene genial.
Se nos presenta la historia de Nueva York en 1870, y es que esta ciudad o más bien "su sociedad" serán los protagonistas principales de "La edad de la inocencia", a lo largo de la historia nos encontramos que tiene más poder esa mentalidad común de "la sociedad" que lo que un personaje realmente desea.
Las estrictas normas, lo que está bien, el buen gusto, hacer lo que todos hacen que parece ser lo correcto y más adecuado, es el mundo constreñido en el viven los otros protagonistas de la historia, viven por y para esa sociedad neoyorquina rancia e inamovible que les guía en cada uno de sus comportamientos. Newland Archer y May Welland, cumplen su lógico destino al comprometerse, ambos pertenecen a familias acaudaladas e intachables. May es una joven educada de manera exquisita, lo cual implica no decir nunca lo que piensa, ser siempre cordial, amable y femenina. Sin embargo, cuando la prima Ellen Olenska aparece con su aire de frescura, ajena a los convencionalismos, el mundo que Newland y May conocen empiezan a tambalearse y resquebrajarse.
Estamos ante una historia muy crítica con la sociedad y por supuesto con las personas que la forman. Nunca he visto tan bien reflejado el daño que provocan las normas estrictas, el "tener" que hacer las cosas de la manera que se considera adecuada. La narración no está exenta de toques de humor, sobre todo cuando las normas y comentarios de diferentes personajes son tan extremos que lo mejor es sonreír y disfrutar de lo curioso que es que todo sea tan obligado.
La transformación de Newland es preciosa e impresionante, de ser un joven inteligente pero encastrado que solo entrevé lo que hay detrás del telón, a ser el más hastiado de los personajes por toda la falsedad e hipocresía en la que vive.
En un principio, me costó situarme en la trama, se sucedían nombres y diálogos que no terminaba de entender, pero como en otros muchos libros todo va asentando poco a poco y haciéndose más comprensible. Y finalmente me ha encantado, deja un poso amargo y reflexivo en mi corazón, indudablemente es una historia a la que merece la pena acercarse.