No es ningún secreto que una de mis autoras favoritas es Mónica Gutiérrez Artero, primero conocí su blog, y como siempre cuento es lo que me animó a abrir el mío. De esto hace ya unos años, y ahora cada libro que saca se que será un valor seguro.
Hablamos además de un género que yo no conocía hasta que leí sus libros, el género feel-good. Que os recomiendo mucho si aún no lo conocéis.
Su narración es pura magia, viajar con Sigrid -la genial protagonista- en el Orient Express es un lujo al alcance de los lectores gracias a esta preciosa historia. Casi todo el tiempo nos encontramos en el tren, aunque hay escenas en algunas ciudades europeas en las que va haciendo paradas.
Sigrid hace este último viaje con Ángela su amiga del alma - y jefa - antes de dejar el hotel en el que trabaja, asistirán a una interesante convención hotelera, por motivos inesperados no porque les vayan a apasionar tostadoras y cortadores de mantequilla.
Me sentí muy identificada con Sigrid porque era capaz de perderse en un tren, y la verdad, creo que yo también puedo hacerlo :)
Mónica ha creado un sinfín de personajes maravillosos para acompañar a Sigrid en este viaje. Inolvidables, y que aportan mucho en cada situación en la que aparecen. He disfrutado especialmente de la sensación de que la protagonista no solo estaba viajando en el tren, hace su propia travesía mental hacia el perdón y es capaz poco a poco de enfrentarse a sus miedos. ¡Y qué romance! Bonito, mágico y realista, aunque Sigrid se dedica buena parte del libro esquivándolo y que interesante se hace ese juego de evitarlo, terminamos teniendo una buena dosis de amor.
He disfrutado muchísimo leyendo esta historia, entre cada palabra y cada página me he sentido tan a gusto, es la perfecta definición del feel-good.
