En "el ejército perdido", en una empresa tan crucial como la defensa griega de las Termópilas, un grupo de 10.000 mercenarios helenos se encuentra en el corazón de Persia con el objetivo de regresar a sus hogares. No quiero adelantar acontecimientos, prefiero que seáis vosotros mismos quienes descubráis el motivo de su presencia en territorio persa, pero os ofrezco este dato para que podáis hacer una primera valoración de la inmensa complejidad de su deseo.
La novela "el ejército perdido" me ha emocionado especialmente. Si tiempo atrás mencionaba que "la catedral del mar" tenía el poder de trasladarte a sus calles, este libro te sitúa permanentemente bajo una amenaza que no da tregua en ningún momento.
Sin embargo, lo que más aprecio de este libro es lo que me ha hecho sentir, lo que me ha transmitido, y no es otra cosa que la capacidad de los seres humanos de enfrentarse a tantísimas dificultades, por irresolubles que parezcan, sacando lo mejor de sí mismo en cada momento.
Quizá la cuestión no es el tamaño de la dificultades, sino la creencia que tenemos sobre nuestras posibilidades de superarlas.
¿Hasta qué punto pensar que un problema es imposible de resolver puede impedir que superemos un obstáculo asumible para nuestras capacidades?
J. G. Rescalvo Somoza
