Estrategias del destino
Amber Lake | Editorial Kiwi
384 páginas | Romance histórico
Tras el fallecimiento de su padre, su única familia, Claire descubre que está arruinada y no tiene ni el techo que la cobija. Ante su precaria situación, decide marchar a Londres para vender las pocas posesiones que le quedan y buscar un trabajo con el que mantenerse. La llegada de unos parientes, de los que desconocía su existencia y que desean hacerse cargo de ella, le supone un inesperado golpe de suerte; aunque pronto comprenderá que se ha equivocado y tiene que huir.
Julian, veterano de la guerra contra Napoleón, es un hombre marcado por su pasado y desengañado del amor, que vive aislado de la sociedad y volcado en sus experimentos agrícolas. Un problema familiar le obliga a ir a Londres, y es allí donde el destino decide unir las vidas de ambos.
Pero innumerables obstáculos y peligros les aguardan en su camino hacia la felicidad, poniendo a prueba la fuerza de sus sentimientos. ¿Lograrán superarlos?
Me suele costar bastante encontrar romances históricos que me llenen de manera especial, tiendo a verles bastantes fallos y hay un exceso de tópicos, pero cuando la historia me llega suele guardarlas en un rincón especial en mi corazoncito. Estrategias del destino no llega al nivel de historia apasionante, pero si es cierto que su sencillez me ha hecho disfrutar mucho.
Al morir el padre de Claire solo le lega deudas y quebraderos de cabeza, por suerte nuestra protagonista es una mujer mucho más decidida de lo habitual, tiene claros sus planes de buscar empleo a pesar de pertenecer a la nobleza. El problema es que las cosas no siempre salen como se planean, y la joven se encuentra en el centro de una cruel estrategia. Por el camino, necesitará luchar por su supervivencia sea como sea, metiéndose incluso en la boca del lobo.
Y aunque en algunas partes Claire se me hizo bastante inocente, a grandes rasgos ha sido una protagonista que no ha estado mal. Julian ha sufrido en la guerra lo indecible, no solo por las batallas o espionajes, también la traición le convirtieron en alguien desconfiado. Prefiere pasar el tiempo en su casa de campo, haciendo mejoras agrícolas (punto interesante). Julian no me ha parecido el tópico de hombre enfadado todo el tiempo, él era capaz de ver más allá y poner en duda sus pensamientos habituales que le dirigen a desconfiar.
La historia en sí es bastante sencilla, aunque si me he encontrado con una estructuración algo diferente a lo que estoy acostumbrada, como por ejemplo el hecho de que los protagonistas tardan bastante en conocerse.
Hay partes de la historia que creo que habrían dado bastante juego y que sin embargo no se explotan como se podría haber hecho, y también hay muchas cosas que han sido demasiado evidentes durante la lectura, careciendo de misterio lo cual habría dado un toque interesante a la trama. A pesar de estas pegas, me ha gustado leerlo como lectura que mezcla algún tópico junto con puntillos más interesantes, terminando por ser un libro sencillo y entretenido.
