Autora: Elise de Sallier
Editorial: The writer's coffee shop (Ficha)
Páginas: 270
Género: Romance histórico
Anneliese huye del heredero de la fortuna de su padre, quien quiere obligarla a contraer matrimonio con él. En su huida, la inocente joven encontrará la forma de esconderse cambiando de identidad y trabajando como criada en la mansión del Duque de Worthington.
Anneliese no contaba con enamorarse del heredero del duque, además él le ofrecerá su protección y ayuda.Sinopsis traducida por Nube Cleyra.
Anneliese ha vivido sencillamente junto a su padre, su madre murió demasiado joven por lo que su padre la ha mantenido demasiado protegida. El heredero de su padre intenta obligarla a contraer matrimonio con él de la forma más malvada por lo que ella debe huir y buscar al Duque de Worthington, gran amigo de su padre. El problema empieza cuando al llegar a la mansión de éste, no lo encuentra allí pues está de luna de miel. Anneliese con alguna que otra mentira conseguirá un puesto como criada, mientras espera a que el duque vuelva para que él la ayude. Ella no esperaba encontrarse con el hijo del Duque, Nathaniel y mucho menos enamorarse de él.
Innocence es una historia tierna y romántica, sencilla pero muy entretenida y agradable. Además tiene su moraleja, sobre los problemas y peligros que puede acarrear el exceso de protección.
Anneliese es sorprendentemente y exageradamente inocente, ha vivido muy protegida lo que hace que salir de su hogar es casi en sí mismo un peligro. Puede parecer inverosímil el exceso de desconocimiento que tiene, pero en esa época no creo que fuera tan raro. Por otro lado, es un personaje que me ha gustado bastante, es una chica dulce con las ideas bastantes claras, y al ir aprendiendo como funcionan las cosas empieza a plantearse la doble vara de medir que existe en la sociedad, no olvidemos que estamos en el período de la regencia y ya sabemos la reducida libertad que tenían las mujeres.
Nathaniel es un personaje con el que he disfrutado, no es el tópico de hombre de estas novelas, no está todo el rato enfadado, es más bien alegre y se preocupa por su amada, pero no más allá de lo saludable.
Respecto a los dos personajes es bonito ver como cambian, y aprenden el uno del otro, no solo por sus conversaciones sobre arte o literatura, sino sobre el amor y las diferencias sociales.
En este libro no vamos a encontrar los típicos tiras y aflojas (no tienen porque ser malos), la pareja se lleva bien prácticamente desde el primer momento. La relación se desarrolla a fuego lento, no hay enamoramientos repentinos.
Mientras Nathaniel cree que ella es una criada la diferencia de clases es muy marcada, aunque a él eso no le importa, casarse con ella implicaría perder su título y además la iglesia no les daría permiso para contraer matrimonio. Estos son detalles que no conocía pero al parecer al tener ciertos títulos el rey debía aprobar el matrimonio, y por supuesto es imposible que permita que Nathaniel, un marqués se case con un criada, pero tampoco es posible que se case con alguien con un título muy inferior a él, como es Anneliese en realidad. Por eso, la relación desde el principio parte con muy poco futuro, pero aún así continúan dando rienda suelta a los sentimientos mutuos.
