Éramos mentirosos
E. Lockhart | Salamandra
281 páginas | Thriller - YA
★★★★
Una isla privada. Una ilustre y conocida familia de Nueva Inglaterra. Un grupo de cuatro amigos —los Mentirosos— cuya amistad se vuelve destructiva. Una rebelión. Un accidente. Un secreto. Mentiras y más mentiras. Amor verdadero. Y, por fin, la verdad.
Ésta es la bellísima y terrible historia de una familia perfecta que se sostiene sobre pilares de peligrosa fragilidad. A lo largo del relato se van desvelando las piezas de un rompecabezas que formarán un mosaico de personajes fascinante, donde los prejuicios y el egoísmo son los peores enemigos de la armonía y la felicidad.
Tenía muchas dudas de si leer o no Éramos mentirosos, cuando se publicó tuvo reseñas de todo tipo, varias veces pasó a mi lista de libros pendientes de Goodreads y varias veces lo eliminé, pero me gusta dar oportunidades, y he preferido leerlo para sacar mis propias conclusiones.
Curiosamente a pesar de llevar un ligero sesgo negativo, es un libro que me ha gustado mucho. No es una historia normal, ni típica, ni siquiera está narrada de la manera habitual.
Lo cierto es que Éramos mentirosos, va precisamente de unos mentirosos. Los Sinclair son una familia muy adinerada, tienen su propia isla privada donde se reúnen todos los veranos. Los Sinclair también son una familia perfecta, nada se sale del lugar correcto, todo es como debe ser, como está planeado. Todos son rubios, atléticos, todos se divierten y son felices, nadie está triste, nadie se enfada nunca, nadie se encuentra mal nunca. Todo es maravilloso, y los veranos más.
Poco se puede contar de esta historia sin estropearla, porque este libro va enseñando piezas muy poco a poco. Es un libro lleno de misterio, además de críticas.
Los mentirosos son los cuatro adolescentes y herederos de los Sinclair, todos los veranos se divierten juntos, hacen picnics, navegan y cuentan mentiras. Mientras el lector va conociendo a los Sinclair no sabrá diferenciar entre la verdad y las mentiras, aunque poco a poco todo se desvela. En ocasiones la autora utiliza metáforas realmente bonitas para explicar sentimientos e incluso sucesos, que te remueven por dentro.
Es un libro que esconde mucha más profundidad de lo que parece, pero que se lee de manera ligera. Nos habla del egoísmo, la búsqueda del poder, las apariencias, la falsedad... y también habla de la lealtad, la adolescencia, el primer amor, el dolor, la decepción,...
Las últimas escenas del libro y el final de éste, destrozan al lector, te dejan sin aliento. Es una historia trágica pero preciosa, que para mi gusto merece muchísimo la pena.
