Título: Señora de rojo sobre fondo gris
Autor: Miguel Delibes
Páginas: 128
Editorial: Palabras mayores
Género: Romance
Un prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos más íntimos en un monólogo que es a la vez homenaje y exorcismo. Su relato se centra en dos acontecimientos: la detección de dos de sus hijos por motivos políticos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho años. Ana contagiaba una sensación de belleza y plenitud que cobró su verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad.
Historia de un amor en carrera desenfrenada hacia la muerte y sobrecogedora semblanza de un personaje femenino, Señora de rojo sobre fondo gris es una profunda lección de humanismo y madurez artística que sólo Miguel Delibes podía ofrecernos.
Hace poco leí dos reseñas sobre "Mujer de rojo sobre fondo gris", lo primero que llamó mi atención era el curioso título, después leyendo ambas reseñas me atrajo la historia, autobiográfica y centrándose en los últimos meses de la esposa de Delibes, su enfermedad y muerte. Los personajes en la historia tienen otros nombres, pero es en realidad la historia del autor y su mujer.
En este caso, el protagonista es un pintor, con algunos problemas de inspiración. La historia se centra en como éste va describiendo como ha sido su vida de pareja y como es, puede parecer aburrido pero es todo lo contrario. Descubrimos una preciosa historia de amor en todas sus etapas, pero sobre todo como el amor de esta pareja no se ha desgastado sino que se ha hecho más profundo y poderoso.
La pareja protagonista es completamente normal, con esto me refiero que no son como los personajes de la mayoría de novelas románticas, aunque yo adoro esas novelas suelen ser algo más irreales (por supuesto, depende del libro). Es una relación que ha ido forjándose con el amor profundo que sienten el uno por el otro, pero lo que principalmente nos quiere enseñar el autor es como ambos se combinaban y como Ana cuidaba detalles de los que él muchas veces no se daba cuenta de lo sutiles que eran. Lo que más me gusta de las parejas es ver como se cuidan, es ahí donde se suele ver que lo que empieza como una ilusión termina siendo amor, porque son esos los detalles con los que buscamos la felicidad del otro. En este caso, Ana era la que organizaba las exposiciones de su marido, la que hacia relaciones sociales, la que le proveía de un precioso y luminoso lugar de trabajo sin ruidos. Cuando ella empieza a tener problemas sigue siendo el motor que mueve todo, organiza bodas, cuida de su nieta...
"En el peor de los casos, yo he sido feliz 48 años; hay quien no logra serlo cuarenta y ocho horas en toda una vida."
Hay tantas cosas que contar de esta gran carta de amor, pero sería estropearos la sorpresa. Sí puedo daros unas pinceladas más y quizá convenceros para que le deis una oportunidad. Hay frases preciosas, para enmarcar, cotidianas pero quizá por eso más bonitas, me vi reflejada en muchas cosas. Vais a emocionaros, por como este hombre habla sobre su mujer y por las situaciones que les toca vivir. Es una libro breve e intenso, se lee muy fácilmente y en ningún momento aburre.
Y por último, me ha sido muy difícil escribir esta reseña, no tengo claro como explicaros lo que me ha gustado, y lo bonita que es esta historia.
¿Queréis leer un libro intenso y breve sobre el amor? Este romance cotidiano seguramente conseguirá emocionaros.