Autora: Belén Barroso
Género: Humor
Páginas: 318
Editorial: Espasa
Querida lectora, lector, o dependiente de la librería que está colocando el libro: ¿Eres tú una de esas miles de personas que se emocionan cuando se habla de tacitas de té, vestidos de corte imperio y damas de compañía? ¿Te gustaría tener una tenacilla para los rizos y poner «Mr. Darcy» en todas las hojas de tu carnet de baile? ¿Dónde se podrá encontrar hoy en día un carnet de baile? ¿Y un Mr. Darcy?¿Qué te parecería entonces una historia que transcurre en Pasley Manors, una mansión en medio de la campiña inglesa (¿dónde si no?), protagonizada por una joven y rica heredera que ahora mismo está escribiendo una carta sentada frente a la ventana, a través de la cual cree vislumbrar su futuro y al lechero aguando su mercancía? Aquí la tienes, servida, por supuesto, en bandeja de plata abrillantada hasta hacer daño en los ojos por el imponente mayordomo de Pasley Manors. Gracias, Branson, eso es todo, puede retirarse.
Creo que ya conocéis mi adoración por Jane Austen, y me parece que también sabéis que soy fan del humor absurdo y de reírme de las cosas que me gustan. ¿Porqué os cuento esto?, pues mirad, cuando descubrí de que iba este libro, y aún sin leer una sola reseña quise leerlo. ¿Qué fan del humor y de Jane Austen no quiere leer una parodia sobre las cacerías, las muselinas, los saloncitos azules, las miles de tazas de té y todas esas rimbombantes normas sociales?
Por otro lado, la autora es una blogger a la que siempre he visto por los blogs que suelo visitar, y siento simpatía por ella, supongo que porque suele ir plasmando su humor por donde va pasando y es eso mismo lo que ha conseguido con su libro, llenarlo de un humor divertido, fresco, irónico pero a la vez positivo y la mar de alegre.
Esta narrado de manera epistolar, y a mi esto me apasiona. He descubierto hace poco que me gustan las novelas así, Cartas desde la isla de Skye, Un hotel en ninguna parte y ahora Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre, son los tres únicos libros epistolares que he leído, pero son inolvidables. Se que el género epistolar no es el favorito de la mayoría, pero os recomiendo que esto no os aleje de leer esta novela, porque aunque está formada por las cartas que la protagonista envía a su mejor amiga, en muchas partes de esta correspondencia se narran las situaciones exactamente como sucedieron. No produce que la lectura sea entrecortada, incluso añade emoción en algún pasaje que se corta hasta la siguiente carta porque el pobre cartero no puede con tantos kilos de papel.
Si esto no os ha convencido, sigo que hay mucho más con lo que atraparos en esta lectura. Nuestra protagonista, una joven heredera que os confieso me ha enamorado, es una chica algo atolondrada, superficial aunque se preocupa por los demás a su extraña - y divertidísima - manera. Su atolondramiento, le obliga a ser la mayoría de las veces mucho más directa de lo estaría bien visto y por supuesto eso a mi me encanta, porque da lugar a grandes e increíbles circunstancias.
No creo que tengáis derecho a perderos los maravillosos comentarios y opiniones de esta curiosa joven.
Tenemos personajes maravillosos como un despectivo mayordomo, que cuanto más despectivo más clase añade a un hogar, y que según nos explican debe dar incluso miedo a los dueños de la casa.
Tenemos a la "pobre de cabecera" o a la humilde, también conocemos a la señorita de compañía ofendida por no ser maltrada - si es que ya no hay elegancia en la nobleza -, y no puedo olvidarme de las sensacionales conversaciones mentales, las infinitas cacerías y mil cosas más.
