Título: Un hotel en ninguna parte
Páginas: 186
Género: Romance
Autora: Mónica Gutiérrez
¿Quién dijo que las segundas oportunidades no podían ser las mejores? No importa lo mucho que te escondas: cuando el amor viene a por ti, te encuentra.
A Emma Voltarás no le queda nada: ni trabajo, ni casa, ni pareja. Por eso acepta una oferta para trabajar todo el invierno en El Bosc de les Fades, un hotel escondido en un bosque. Allí aprenderá que todo lugar extraordinario esconde secretos pero ¿no es ese el mejor punto de partida para empezar de nuevo? Y es que cuando no te queda nada allí de donde vienes no tienes más remedio que seguir adelante. Emma pronto descubrirá que la amistad puede encontrarse en cualquier lugar, por muy escondido que esté, quizás de la mano de una camarera de habitaciones hada madrina, o de una niña extraordinaria, o de un viejo escritor necesitado de ternura, o de un cocinero que le abrirá las puertas de los escenarios, o de un surfero que se hace mayor a su pesar, o de una jardinera susceptible; o, quizás de la mano de un hombre huraño y maravilloso capaz de devolverle la ilusión por volver a bailar sobre zapatos de cristal entre las flores de un jardín encantado. Sin mapas. Sin prisas. Sin condiciones. Ven a perderte en El Bosc de les Fades.
Este año estoy teniendo una suerte increíble a la hora de elegir lecturas, lo bueno es que la racha parece que no va a terminar. "Un hotel en ninguna parte" , pasa sin duda alguna a
mi lista de mejores lecturas de este año, posiblemente esa sea la razón por la que me cuesta hacer su reseña.
Tantas emociones, tanta narración y diálogos que me han enamorado por completo... ¿cómo explicaros?.
Intentando poner orden a mis ideas, os contaré que Emma, es una de las protagonistas más dulces y mágicas que he encontrado últimamente, llega al hotel Bosc de les Fades, con un violín y una maleta a cuestas, allí trabajará como camarera del hotel durante una temporada baja que dará para mucho, pero sobre todo para curar y comprender ciertas heridas. Es una historia rica en personajes, cada uno brillante en su forma de ser, inolvidables. Estoy segura que os encantaría conocer a Marbel, Quim, Tristán, Aurora, al señor Lexington y por supuesto al esquivo y oscuro Samuel.
Pero donde más brilla Mónica es en su narración, es clara, adictiva y tierna. Encuentra la forma más bonita de unir palabras, para crear frases, párrafos y capítulos llenos de intensidad. No soy mucho de subrayar, porque leo y no me doy cuenta de ponerme a ello, pero con "Un hotel en ninguna parte" he tenido la necesidad de subrayar las estupendas frases que se nos regala a la vista, aunque en un momento determinado desistí de subrayar al darme cuenta de que tendría que llenar el libro de líneas.
En su anterior novela Mónica nos hizo viajar a un pueblo maravilloso, esta vez ha sido un hotel todavía más lleno de magia y belleza. El Bosc de les Fades es un personaje más, con su bosque y su invernadero lleno de flores, casi podía olerlas. He tenido ganas de ir a visitar a Emma y lo demás, conocerlos, pasar el rato con ellos y que sean mis guías en el hotel.
De verdad, que os recomiendo que leáis esta joya, dudo que haya alguien que no disfrute de tan estupenda lectura. Por si os ayuda a decidiros, soy persona de hacer pocas relecturas, pero éste si lo volvería a leer, de hecho tengo muchas ganas, eso es porque me enamoró.