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14 enero 2019

Opinión - Herido, de Tabitha Suzuma.

Herido

288 páginas/Oz Editorial/ Drama juvenil
Tabitha Suzuma



¡Hola a todos!

Con el permiso de Kala, me cuelo nuevamente en este maravilloso mundo virtual para traeros la reseña de un libro que, siendo de la autora que es, viene para partirnos el alma, pero no de una manera romántica y emocionante, no... 

Suzuma es de esas escritoras que llegan a tu corazón a base de  historias duras que te desgarran y te remueven el alma, para después arrancarte ese mismo corazón y aplastarlo contra el suelo con finales tremendamente dolorosos, aunque teñidos con débiles briznas de esperanza. Vamos, que para mí Suzuma es sinónimo de: vete buscando los clínex y un cojín muy cómodo y suave, porque vas a llorar hasta reventar.

En el caso de Herido, nos encontramos con la historia de Mathéo, un joven de diecisiete años que parece tenerlo todo en la vida. Es guapo, inteligente, tiene una familia perfecta y que nada en dinero y, además, es campeón olímpico de salto de trampolín. Y por si eso fuera poco, tiene a su lado a su novia, la maravillosa Lola, una joven pizpireta y encantadora que parece más que dispuesta a acompañarle al fin del mundo si fuera preciso. Sin embargo, todo se tuerce tras una de sus competiciones, en un fin de semana que le arruinará la vida y les condenará tanto a él como a su querida Lola. 

Lo primero que he de decir de este libro es que, si bien la carga emocional y psicológica de los personajes está magistralmente llevada, también es cierto que la narración se extiende demasiado en algunos puntos. Me parecía que a lo largo de la novela se repetían algunos momentos y fases, haciendo de la narración algo pesado en ocasiones; hasta me parecía que había partes que estaban más por poner relleno que por enriquecer la trama. Y el hecho de que haya más descripciones que diálogos (bastante más) no hace otra cosa que enlentecer la lectura. Personalmente, disfruto más de un libro cuando la carga entre diálogo y descripción está más equilibrada (pero para gustos, los colores).

Aun así, el libro me ha gustado y, como ya me pasó con el anterior libro que leí de esta autora -Prohibido-, el final me ha destrozado de forma brutal. Y aunque no me he echado a llorar por las esquinas como con Prohibido -true story-, sí puedo decir que ese desenlace tan bestial y traumático aún me sigue dando vueltas a la cabeza. 

Los personajes están muy bien definidos, tanto los principales como los secundarios. En el caso de estos últimos, cabe destacar el papel de la familia de Mathéo, que de cara a la galería es perfecta, pero que en privado es un absoluto desastre: un padre banquero con muy poco tiempo libre para la familia, una madre distante, demasiado ocupada en su mundo de galas y banquetes, y dos hijos carentes del aprecio paterno que son criados por niñeras demasiado agobiadas por la figura materna. Un retrato soberbio de una familia completamente desestructurada. 

El miedo y el horror de Mathéo es tangible a lo largo de toda la novela, y el misterio en torno lo que ha sufrido, que él mismo se encarga de ocultarnos hasta el final, hizo que me comiera las uñas con cada página, preguntándome qué había pasado o qué había hecho él para que todo en su vida perfecta hubiera dado un vuelco tan desconcertante, cosa que el lector no conocerá hasta el final. 

En resumen, a pesar de que este libro no haya llegado a superar el anterior de su autora, y de algún que otro exceso de narración también, Herido vuelve a demostrar la brillantez de Suzuma como reina del drama juvenil, destrozándonos nuevamente con una historia desgarradora y traumática.

03 diciembre 2018

Opinión - El baile de las luciérnagas, de Kristin Hannah


El baile de las luciérnagas

Kristin Hannah
616 páginas | Dramático



AMISTAD, de eso trata esta historia, amistad con mayúsculas. La que perdura en el tiempo, la que conoce lo bueno y lo malo, la que da aliento, la que a veces es desagradable. Amistad en todas sus vertientes.

Kate y Tully, se conocen en 1974 cuando todavía van al instituto. Pasan juntas la adolescencia, los tintes de pelo, las faldas más cortas de lo que le gustan a la madre de Kate, la universidad, sus sueños comunes, trabajos, pisos compartidos,... Durante 30 años esa amistad forjada a partir de la soledad de ambas, tiene sus altibajos, detalle importante que me ha parecido muy realista. Tienen puntos comunes pero a la vez, la edad va cambiando quienes son y lo que quieren de la vida, convirtiéndolas en personas tan diferentes como la noche y el día. Esto no hace que su amistad se rompa, pero si que a veces se sientan lejos la una de la otra.

Durante esos 30 años se enfrentan a problemas a veces unidas otras no tanto. De pequeñas, cuando juegan a teñirse el pelo y maquillarse, se prometen estar siempre juntas, cuando todo es sencillo y parece que no necesitarán a nadie más en sus vidas. Pero con los años las cosas cambian naturalmente.

Quiero tener mucho cuidado con lo que os cuento, porque desvelar ciertos detalles, estropearía una historia que debe leerse. El amor es un ingrediente con cierta importancia, ambas se enamoran, sufren y toman las decisiones que consideran que les harán felices. Y esa es una de las grandes preguntas, sobre todo los últimos años que el libro nos narra, ambas se preguntan si han sido felices. El libro comienza con un tono más esperanzador, pero hay partes de sus vidas que son realmente duras, y con las que se sufre como si fueses una más de las chicas de Firefly Lane.

Aún hoy, escribiendo esta reseña las lagrimas están queriendo salir, aunque no suelo llorar con los libros, este si me hizo emocionarme más de una vez tocando ciertas fibras sensibles. Algo que destaco, ya que para mi es importante que los libros remuevan, aunque a veces apetece tener entre manos una lectura tranquila, ésta no lo es.

No se me hizo una lectura densa, disfrute de sus páginas y de los años que iban pasando, las etapas que iban viviendo y como envejecían.

Una historia de dos mujeres, de una amistad poderosa que a veces es un apoyo y otras un obstáculo.

21 noviembre 2017

Opinión - La isla de lo eterno, de Cristina Roswell


La isla de lo eterno

Cristina Roswell | 432 páginas | Romance - Drama
Goodreads
Agradecimientos a la editorial por el ejemplar



Llevo varios años teniendo pendiente la lectura de alguno de los libros de Cristina Roswell y cuando La isla de lo eterno se me puso por delante, supe que tenía que leerlo y por fin probar la pluma de Cristina, no sabía cual sería su estilo, si más romántico o menos, muchas o pocas descripciones, y no puedo decir que ahora lo sepa con un solo libro suyo leído pero si me ha impresionado mucho.

Iveth, la hermana de Ariadna fallece y ésta debe viajar a Escocia para su entierro, una vez allí decide realizar el viaje que su hermana había preparado para ambas, con el que iban a conocer Escocia y empaparse de su cultura y paisajes infinitamente verdes. Durante ese viaje conoce a Carlos un fantasma del siglo XVIII, al que va entendiendo poco a poco, y mientras tanto ella comienza a preguntarse qué quiere hacer con su vida.

En un principio, pensaba que el libro sería más romántico de lo que realmente es, algo que para mi no es negativo ya que disfruto de ambos estilos. La historia esta muy centrada en la parte emocional de los personajes, cada uno lleva una carga de la que van haciendo partícipe al lector poco a poco. Ariadna lleva un luto complejo, la muerte de su hermana le deja con un profundo sentimiento de culpa y de protección hacia su madre, presentando aquí un punto de la novela muy complejo ya que Ariadna no le dice a su madre que Iveth ha muerto (sale en la sinopsis). Una decisión que puede costarle realmente muy cara, y que aunque para mi sea un error, me ha encantado que aparezca en la historia, primero porque hace que Ariadna sea real, una persona que comete errores pensando en hacer lo correcto, pero además durante toda la historia se encuentra con diferentes personas que le darán diferentes opiniones y que le juzgarán más o menos, cosa que he disfrutado mucho.
Carlos es un personaje que tiene que descubrir y darse cuenta de que ha muerto, de que todas las personas a las que quería ya no están, que todos sus sueños tampoco. Es doloroso conocer sus pensamientos, y entender como su vida se truncó.

Como véis la carga de emociones y reflexiones de la novela es intensa, me encanta encontrarme historias así, que no son fáciles que no son "chica conoce chico", además del punto original fantasmagórico. Por otro lado, la autora no pone las cosas fáciles a sus personajes, no todo es perdonado y los muertos están muertos de verdad.

Me ha parecido maravilloso el desarrollo de los personajes, toda esa carga emocional que os comentaba supone que los protagonistas evolucionen, aprendan y tomen decisiones tremendamente duras.

Ha sido una lectura de las que me gusta leer con pausa por toda la reflexión que supone, me ha hecho preguntarme cosas, como qué haría yo en el lugar de Ariadna, pero no implica que la lectura me haya parecido aburrida, para mi ha sido todo lo contrario. Me ha gustado mucho la manera de narrar de la autora de la que quiero leer más de sus libros, ya que me ha impresionado su manera de plasmar tantas emociones, más las negativas ya que en este libro hay mucho dolor.

El final es perfecto y coherente con la linea que la autora marca durante la historia. Dadle una oportunidad si os suelen gustar las historias emocionales y reflexivas.



14 agosto 2017

Opinión - Kitchen, de Banana Yoshimoto


Kitchen

Banana Yoshimoto | 152 páginas
Ficción - Japón

Cuando se le muere la abuela, la jovencísima Mikage queda absolutamente sola en una casa demasiado grande y se refugia en la cocina, pues sólo en ella se siente a salvo («El lugar donde mejor se duerme es en la nevera», confiesa). Pero un día «ocurre un milagro» : Yuichi, «un chico simpático», llama a la puerta de Mikage y le sugiere que vaya a vivir a su casa, con su madre Eriko. Pero esta hermosa y acogedora mujer no es una mujer : es un hombre que pasó a ser mujer cuando la verdadera madre de Yuichi perdió la vida. Esta fábula, que se desarrolla entre ordenadores, electrodomésticos y sobre todo alimentos y guisos, pero también entre sentimientos de amor, amistad y complicidad, es en realidad una historia terrible, en que la soledad y la aridez emocional quedan, como por «milagro», mitigados por la inmensa sabiduría de otro mundo ancestral, afortunadamente aún latente, aún perceptible. 


Éste es solo el segundo libro japonés que leo, probablemente el primero Kokoro no tenga demasiado que ver con esta historia, pero veo algo en común, y es que como en el cine japonés (de momento yo solo he visto animación tipo Ghibli o El jardín de las palabras) las historias son pausadas, no tienen porque existir grandes acontecimientos, pero de lo que principalmente hablan sus autores es de emociones, de crecer, de aprender,... No puedo asegurar que esto sea la norma en la literatura japonesa, pero en esos dos libros que os digo y en el cine si veo ese rasgo común.

Kitchen es una de esas historias pausadas, para nada aburrida, mientras lo leía estaba deseando saber que sería lo próximo que nos contaría la protagonista, Mikage. Y es que esta joven japonesa huérfana termina de quedarse sola cuando fallece su abuela, después de varios días de vagar por la casa sin saber que hacer, y durmiendo en la cocina, único lugar donde logra conciliar el sueño, Yuichi que conocía a su abuela le ofrece irse a vivir con él y su madre, mientras se recupera.

Y es así como esto tres forman una extraña familia, no hablo demasiado de los personajes, porque hay que conocerlos, cada uno tiene sus extravagancias y detalles, pero los tres son personales normales lo que posiblemente ayuda a la hora de cogerles un cariño especial.

Kitchen tiene como eje central la muerte, y en torno a ella giran emociones como el amor, la soledad, la confusión y el dolor. ¿Cómo recuperarse de la muerte de un ser querido? Cada uno de los tres huye de una manera del dolor, hasta que no queda más remedio que enfrentarse al hueco que dejan los que se marchan.

Me ha gustado especialmente la manera de narrar de Banana Yoshimoto, sutil y directa, aunque en ocasiones he chocado con el toque abstracto que suelo ver en la cultura japonesa, es decir, veo que tienden a existir muchas cosas que no se dicen, se callan y deben interpretarse.

Junto con Kitchen viene una historia breve Moonlight Shadow, en la que el tema principal también es la muerte, pero en esta ocasión se centra en la despedida de las personas que amamos, cómo lograr decirles adiós, dejar de coleccionar sus objetos, recuerdos, etc,... Me ha parecido una historia preciosa, me ha gustado más que Kitchen, habiéndome gustado también esta última aún con sus pequeñas pegas.

29 mayo 2017

Opinión - Un hijo, de Alejandro Palomas


Un hijo

Alejandro Palomas | La Galera
288 páginas | Dramático esperanzador

Guille es un niño introvertido con una sonrisa permanente, y es un lector empedernido con mucha imaginación. Solo tiene una amiga. Hasta aquí, todo en orden. Pero tras esta máscara de tranquilidad se esconde un mundo fragilísimo, como un castillo de cartas, con un misterio por resolver. El rompecabezas lo configuran un padre en crisis, una madre ausente, una profesora intrigada y una psicóloga que intenta armar el puzle que está en el fondo. Una novela coral que respira sentimiento, ternura, vacíos, palabras no pronunciadas y un misterio sobrecogedor.

Alejandro Palomas vuelve a hacerme emocionarme, llorar, sentir esperanza y ver la dulzura de unos personajes increíbles.

Un hijo trata sobre esos secretos que a veces guardamos para que otro no sufra, pero que van haciendo mella al que los guarda. En concreto, nos hace ver que la sobreprotección a los niños no es protegerlos, es evitarles un dolor que les enseña.

Nos habla de un niño que acepta la situación que le ha tocado mejor que su padre. Y esa falta de aceptación es la que realmente daña al pequeño. Es precioso ver a la profesora y a la psicóloga que luchan por arañar la coraza del pequeño para poder ayudarle.

La vida del pequeño y el padre es bastante misteriosa, pero poco a poco se va dejando entrever lo que ocurrió, aunque a veces el autor nos confunde un poco, cuando todo cobra sentido duele mucho.

Un hijo, me recordó mucho a Una madre por todos esos personajes con debilidades y fortalezas, y ese mensaje increíble de esperanza y de que las cosas terminan saliendo bien a pesar del dolor que suframos en determinados momentos.

Hay momentos en los que se me retorcían el alma de dolor por el niño fantástico y adorable que tenemos la suerte de conocer entre estas páginas, en otros momentos sonreía sabiendo que este pequeño sería capaz de todo, incluso de enseñar a su padre a volver a vivir y alejarse del pasado que le entierra.


Un hijo es una historia breve que merece la pena leer, disfrutar sintiendo intensamente cada cosa con ese pequeño valiente.

14 febrero 2017

Opinión - La niña de nieve, de Eowyn Ivey


La niña de nieve

Eowyn Ivey | Grijalbo
394 páginas | Narrativa - Drama con un toque de fantasía
★★★

En los silenciosos bosques nevados de Alaska, la aparición de una niña misteriosa y salvaje cambiará la vida de una pareja que se había refugiado en ese paraje blanco huyendo de la tristeza y la monotonía de la ciudad.
Una historia conmovedora sobre el amor, la ilusión, las segundas oportunidades y la capacidad de creer, ambientada en las hermosas y agrestes montañas de un país tan bello como duro, tan desafiante como inspirador.


Lo primero que quiero remarcar es lo maravillosa que es la narración de Eowyn Ivey, pausada, calmada pero flexible, sabe cuando necesitamos la calidez de una chimenea y cuando es necesario que nos traslademos a las frías montañas de Alaska. La autora consigue arrastrarnos por los diferentes escenarios, para congelarnos o hacernos entrar en calor, disfrutar de comidas caseras entre amigos, o sufrir ante la soledad delante de una taza de té.

La niña de nieve es un libro pausado, no se me hizo aburrido que es el miedo que suelo tener con este tipo de libros. Me resulto un ritmo agradable y necesario para el tipo de historia.

Una pareja con sus sueños y planes de futuro hechos añicos, buscan su hueco en la dura Alaska. Pronto descubren que llevar allí una granja no será fácil, la distancia entre ellos es enorme, y el malestar individual de los personajes es palpable. Por suerte, con ellos viviremos el reencuentro de esos corazones que llevan demasiado tiempo ignorando al otro, su vuelta a la ilusión, a tener objetivos, y a que los ojos brillen.

No puedo decir que sea una historia ni triste ni alegre, Simplemente tiene sus momentos, ratos de sufrimiento y de un dolor inhumano que provocan un nudo en la garganta, ratos de disfrutar de comidas rodeados de personas maravillosas y de reencontrarse con los sueños.

Y esa pareja a la que poco a poco vamos conociendo, con sus aciertos y sus errores, vuelven a creer en la magia cuando después de hacer un muñeco de nieve aparece una niña cerca de sus tierras. ¿Una niña de nieve? ¿O algo más terrenal?

He disfrutado mucho con esta historia que cuenta con unos personajes estupendos que serán difíciles de olvidar y que deja con las emociones a flor de piel, porque está historia sin duda hace sentir.

Os lo recomiendo para cuando no tengáis prisa y tengáis tiempo para saborear un libro agridulce con un toque más tirando a positivo.

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